Para 1940 EEUU buscaba contrarrestar la posible influencia de la ideología Nazi en esta región, por eso como parte de la política del Buen Vecino del presidente Roosvelt, Disney es nombrado embajador de buena voluntad y viaja a varios países de latinoamerica, entre ellos Brasil, Argentina, Chile y Perú; de este viaje nace la película "Saludos Amigos" realizada en 1942.
En el año 1941, una llamada telefónica desde el país del norte, anunciaba el arribo a la Argentina del popular Walt Disney, creador de los dibujos animados más famosos del mundo. Uno de los objetivos de éste, era reunirse con Florencio Molina Campos para que lo asesorara sobre unos films que el norteamericano pensaba llevar a cabo sobre las costumbres y la cultura sudamericana. En esa llegada a nuestra patria, el encuentro se frustró, ya que según relata Doña María Elvira Ponce Aguirre, viuda de Molina Campos, en su libro “Florencio Molina Campos en mi vida”, nuestro artista había sido invitado por una revista muy conocida en el país del norte, la “Liberty”, contratado para realizar diversas actividades.
Su viuda aceptaba, entonces, la propuesta de Disney para el proyecto de las películas animadas; tiras que, en tres de ellas, doña Elvira fue la voz, en el doblado al idioma castellano.
Otro deseo del creador del imperio caricaturezco norteamericano, era conocer el estudio que Molina Campos poseía en el Barrio de Cascallares en el partido de Moreno. Una recepción se organizaba para el evento. “Llegaron al rancho, Disney y su señora, acompañados por el Sr. Embajador de los Estados Unidos y todo el “staff” de sus numerosos dibujantes. Fue una fiesta criolla inolvidable: asados guitarreadas, bailes..., lo único que faltaba era Florencio”, relata en la mencionada publicación doña Elvira. Días después regresaba Disney y todos los integrantes del grupo, al estudio del artista morenense, donde estudiaron detalladamente sus obras.
En esas visitas, se realizaron guitarreadas, de las que el dibujante extranjero disfrutaba con gran admiración; los concurrentes a la reunión que se realizaba en el rancho de Cascallares, agasajaban y ofrecían regalos al visitante, entre ellos, artículos del campo argentino y comidas típicas de la zona. Tiempo más tarde, el matrimonio viajaba a California, específicamente a Burbank, donde tenía sus estudios Disney.
Su viuda aceptaba, entonces, la propuesta de Disney para el proyecto de las películas animadas; tiras que, en tres de ellas, doña Elvira fue la voz, en el doblado al idioma castellano.
Otro deseo del creador del imperio caricaturezco norteamericano, era conocer el estudio que Molina Campos poseía en el Barrio de Cascallares en el partido de Moreno. Una recepción se organizaba para el evento. “Llegaron al rancho, Disney y su señora, acompañados por el Sr. Embajador de los Estados Unidos y todo el “staff” de sus numerosos dibujantes. Fue una fiesta criolla inolvidable: asados guitarreadas, bailes..., lo único que faltaba era Florencio”, relata en la mencionada publicación doña Elvira. Días después regresaba Disney y todos los integrantes del grupo, al estudio del artista morenense, donde estudiaron detalladamente sus obras.
En esas visitas, se realizaron guitarreadas, de las que el dibujante extranjero disfrutaba con gran admiración; los concurrentes a la reunión que se realizaba en el rancho de Cascallares, agasajaban y ofrecían regalos al visitante, entre ellos, artículos del campo argentino y comidas típicas de la zona. Tiempo más tarde, el matrimonio viajaba a California, específicamente a Burbank, donde tenía sus estudios Disney.
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