Pasión Disney

Mi colección es, simplemente, una especie de materialización de uno de mis amores. Es una manera de hacer tangible, palpable, visible, mi gusto por la estética de los personajes clásicos de Walt Disney, desde Mickey Mouse hasta Rapunzel.
No creo ser un fanático (eso lo juzgarán los que me conocen), pero sí un admirador de ese arte que es la animación. No sé demasiado sobre el tema y tampoco me parece necesario para disfrutarlo.
Me creerán loco, sin embargo no me avergüenza decir que encuentro belleza en las tramas de las películas animadas de Disney y, por supuesto, en sus protagonistas. Nunca consideré tiempo perdido el ocupado en ver uno de esos filmes y hasta he aprendido de ellos.
Tal vez esté hablando de esas cosas que son invisibles y que "sólo se ven bien con el corazón". Espero hacerme entender y si no "¡Hakuna Matata!"

viernes, 20 de mayo de 2011

Walt Disney en Argentina

Para 1940 EEUU buscaba contrarrestar la posible influencia de la ideología Nazi en esta región, por eso como parte de la política del Buen Vecino del presidente Roosvelt, Disney es nombrado embajador de buena voluntad y viaja a varios países de latinoamerica, entre ellos Brasil, Argentina, Chile y Perú; de este viaje nace la película "Saludos Amigos" realizada en 1942.

En el año 1941, una llamada telefónica desde el país del norte, anunciaba el arribo a la Argentina del popular Walt Disney, creador de los dibujos animados más famosos del mundo. Uno de los objetivos de éste, era reunirse con Florencio Molina Campos para que lo asesorara sobre unos films que el norteamericano pensaba llevar a cabo sobre las costumbres y la cultura sudamericana. En esa llegada a nuestra patria, el encuentro se frustró, ya que según relata Doña María Elvira Ponce Aguirre, viuda de Molina Campos, en su libro “Florencio Molina Campos en mi vida”, nuestro artista había sido invitado por una revista muy conocida en el país del norte, la “Liberty”, contratado para realizar diversas actividades.

Su viuda aceptaba, entonces, la propuesta de Disney para el proyecto de las películas animadas; tiras que, en tres de ellas, doña Elvira fue la voz, en el doblado al idioma castellano. 

Otro deseo del creador del imperio caricaturezco norteamericano, era conocer el estudio que Molina Campos poseía en el Barrio de Cascallares en el partido de Moreno. Una recepción se organizaba para el evento. “Llegaron al rancho, Disney y su señora, acompañados por el Sr. Embajador de los Estados Unidos y todo el “staff” de sus numerosos dibujantes. Fue una fiesta criolla inolvidable: asados guitarreadas, bailes..., lo único que faltaba era Florencio”, relata en la mencionada publicación doña Elvira. Días después regresaba Disney y todos los integrantes del grupo, al estudio del artista morenense, donde estudiaron detalladamente sus obras.

En esas visitas, se realizaron guitarreadas, de las que el dibujante extranjero disfrutaba con gran admiración; los concurrentes a la reunión que se realizaba en el rancho de Cascallares, agasajaban y ofrecían regalos al visitante, entre ellos, artículos del campo argentino y comidas típicas de la zona. Tiempo más tarde, el matrimonio viajaba a California, específicamente a Burbank, donde tenía sus estudios Disney.

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